El perfume nace como ente cultural de las civilizaciones: Purificante del alma y ofrenda a los dioses con elementos como el incienso empleandose en ceremonias para despedir a los muertos.

Los griegos empezaron a usar esencias en sus baños y aceites para exaltar su belleza con resinas y talcos provenientes de Oriente y luego lo comercializaban en sus mercados.

Hoy en día, igualmente el perfume es asociado con la higiene y el bienestar.

El olfato se convierte en un tren con destino a los recuerdos y emociones; las gotas de perfume nos relajan, nos llevan a situaciones del pasado. Nos despiertan emociones con tan sólo sentir el aroma de la persona que queremos, en su piel.

San Remo nos ofrece un sinnúmero de posibilidades para conquistar nuestros sentidos.